lunes, 11 de julio de 2005

Fomentar un cáncer

Una de las enfermedades más temidas en nuestra sociedad y desgraciadamente bastante extendida, es el cáncer. El cáncer se origina cuando las células normales se transforman en cancerígenas, es decir, adquieren la capacidad de multiplicarse descontroladamente e invadir tejidos y otros órganos. Este proceso se denomina carcinogénesis. Las sustancias responsables de producir esta transformación se llaman agentes carcinógenos.




La carcinogénesis dura años y pasa por diferentes fases. La primera fase comienza cuando estos agentes actúan sobre la célula alterando su material genético (mutación). Una primera mutación no es suficiente para que se genere un cáncer, pero es el inicio del proceso. La condición indispensable es que la célula alterada sea capaz de dividirse. Como resultado, las células dañadas comienzan a multiplicarse a una velocidad ligeramente superior a la normal, transmitiendo a sus descendientes la mutación. A esto se le llama fase de iniciación tumoral y las células involucradas en esta fase se llaman células iniciadas. La alteración producida es irreversible, pero insuficiente para desarrollar el cáncer.


Si sobre las células iniciadas actúan de nuevo y de forma repetida, los agentes carcinógenos, la multiplicación celular comienza a ser más rápida y la probabilidad de que se produzcan nuevas mutaciones aumenta. A esto se le llama fase de promoción y las células involucradas en esta fase se denominan células promocionadas. Actualmente conocemos muchos factores que actúan sobre esta fase, como el tabaco, la alimentación inadecuada, el alcohol, etc



Por último, las células iniciadas y promocionadas sufren nuevas mutaciones. Cada vez se hacen más anómalas en su crecimiento y comportamiento. Adquieren la capacidad de invasión, tanto a nivel local infiltrando los tejidos de alrededor, como a distancia, originando las metástasis. Es la fase de progresión.




Si alguien sigue pensando, que los naZionalismos separatistas y excluyentes, y la insolidaridad y falta de espíritu común que hay entre los propios españoles, no son un cáncer que acabará con el cuerpo del Estado, con la sociedad, la igualdad y la democracia que tanto costó traer a este país. Puede leerse este artículo de nuevo desde el principio, cuantas veces desee. Yo sigo pensando que es el germen de la muerte del Estado. Lo que está claro es que los naZionalistas lo saben y se aprovechan.

En cuanto a Zapatero, se le puede decir que se han visto muchas cosas en la lucha contra el cáncer, pero nunca a un ser humano, que en vez de luchar contra él, lo fomentase.

El texto en cursiva está sacado de aquí